A la
hora de evaluar nuestra salud y estado físico y nutricional, la báscula es un
aparato imprescindible, pero debemos tener en cuenta algunas reglas para usarla
correctamente.
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Siempre con la misma cantidad de ropa: lo ideal es pesarse siempre con
la menor cantidad de ropa posible o, al menos, si nos pesamos fuera de casa y
no podemos quitarnos la ropa, hacerlo siempre en las mismas condiciones
(cantidad similar de ropa y horario también similar)
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Mejor por la mañana: a medida que transcurre el día, tomamos comida y
bebidas. Y realizamos diferentes actividades que pueden influir en nuestro
peso. Por ello, se recomienda pesarse por la mañana, después de ir al baño, con
la vejiga vacía y en ayunas.
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La misma báscula: se trata de aparatos donde la precisión y
calibración puede variar de una a otra, de modo que lo mejor es usar siempre la
misma.
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No lo hagas todos los días: para llevar un control de nuestro peso,
basta con pesarse 1 vez a la semana o cada 3 días. Si nos pesamos a diario,
vamos a observar fluctuaciones en el peso que son irreales
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Evítalo en periodo menstrual: los días previos, durante y posteriores
a la regla, las mujeres retenemos más líquidos, por lo que el valor de la
báscula no será del todo real
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Nunca después de hacer ejercicio: el ejercicio hace que sudemos, lo
que nos provoca una pérdida de líquidos que dará lugar a un descenso del peso.
Pero dicho descenso será irreal y recuperaremos nuestro peso normal en cuanto
nos rehidratemos
Y sobre
todo no olvides que el peso es sólo un factor más a tener en cuenta a la hora
de evaluar nuestro estado corporal y de salud.
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