Es
inevitable pensar en helado cuando hablamos de verano, verdad? Y es que a la
hora de refrescarnos suele ser una de las formas más habituales.
El
problema viene cuando pensamos en la cantidad de calorías extra que puede
suponer en nuestra dieta un consumo habitual de helados de crema debido a su
contenido en azúcares y grasas. Pero ojo, esto no significa que no podamos
disfrutar de un rico helado de vez en cuando! Ya sabéis que, en su justa
medida, todo tiene su lugar en una dieta equilibrada.
Pero
entonces, qué podemos tomar en lugar de helado? Pues la solución es sencilla,
qué tal si nos pasamos a los sorbetes?
Se
trata de un tipo de helado compuesto por un 80% de agua y un mínimo de un 15%
de fruta, por lo que supone una opción mucho más ligera. Si bien es verdad que
contienen azúcares simples, no se trata de cantidades demasiado exageradas,
aunque también es verdad que debido a ello no podemos abusar en exceso.
Una
buena forma de controlar un poco más esas cantidades de azúcares y poder
“darnos un capricho” más a menudo es preparar en casa nuestros propios sorbetes
usando menos azúcar o incluso cambiándolo por edulcorantes. De este modo
podemos elegir los sabores que más nos gusten y aprovechar para hacer sorbetes
que nos ayuden en determinadas circunstancias. Como ejemplo os dejo un sorbete
de té verde que nos va a ayudar a la hora de hacer la digestión si lo tomamos
unas horas después de comer.
SORBETE
DE TÉ VERDE
INGREDIENTES:
500 ml de agua, el zumo de 1 limón, 125 g de azúcar o su equivalente en
edulcorante, 2 cucharadas de té verde
ELABORACIÓN:
poner a hervir 3/4 del agua, añadir el té verde y dejar hervir unos 3 minutos.
Apagar el fuego y dejar reposar durante 15 minutos. Colar
Preparar
un almíbar con el resto del agua y el azúcar (la cantidad puede adaptarse al
gusto).
Exprimir
el limón y mezclar el zumo con el té y el almíbar.
Repartir
la mezcla en los moldes e introducirlos en el congelador.
Os
animáis a probar?
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