Si
pensamos en un sándwich, lo solemos asociar a comida rápida, lo que suele ser
sinónimo de mala alimentación. Pero lo cierto es que, bien preparados, los
sándwiches pueden ser saludables y equilibrados, manteniendo sus virtudes como
la rapidez de elaboración y la facilidad para transportarlos.
Vamos a
hablar de la manera de preparar un sándwich sano, nutritivo y equilibrado:
-
Pan: lo primero que tenemos que elegir es el tipo de pan, ya que un
sándwich es, fundamentalmente, dos trozos de pan con un relleno en medio. A la
hora de escoger este ingrediente, hay que tener en cuenta que a mayor necesidad
de masticación y mayor cantidad de fibra, más nos saciará el pan. En el caso
del pan integral, añade como ventajas que conserva todas las propiedades que el
pan blanco pierde durante el proceso de refinado. Si queremos tomar pan blanco
pero nos preocupan las calorías, debemos inclinarnos por unas rebanadas más
delgadas y, si le añadimos avena o semillas, estaremos reduciendo su índice
glucémico y aumentando su cantidad de fibra.
-
Aderezos: es donde más inconvenientes solemos encontrar ya que suele
ser el ingrediente que aporta mayor cantidad de sodio y grasas. Algunas
opciones saludables que nos aporten grasas sanas son aceite de oliva con ajo y
perejil, pasta de anchoas, untar el pan con aguacate, yogur natural con aceite
de oliva y cebolla picada, pasta de aceitunas, puré de zanahoria con pimienta y
aceite o pasta de sésamo.
Así que
ya lo sabes, no renuncies a los sándwiches ya que, bien elaborados, son una
fuente sana y equilibrada de proteínas, hidratos de carbono, grasas saludables,
fibra, minerales y vitaminas (como ves, una comida muy completa).
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