Existen
alimentos, llamados alimentos funcionales, que pueden ayudarnos en algunos
aspectos de nuestra vida. Uno de estos aspectos es reducir el dolor.
Muchas
personas con diferentes enfermedades y problemas de salud presentan dolores
crónicos, como aquellos que sufren migrañas, fibromialgia o artritis, por
ejemplo.
Las
antocianinas presentes en las cerezas ayudan a reducir los dolores provocados
por ataques de gota y el dolor muscular asociado a una actividad deportiva
intensa.
Seguramente
has escuchado hablar de los ácidos grasos poliinsaturados Omega 3, verdad? Pues
otro de los beneficios que aportan al organismo es ayudarle a luchar contra el
dolor provocado por procesos inflamatorios. Mediante diversos estudios se ha
comprobado que la ingestión de Omega 3 en pacientes con artritis reumatoide
tiene un efecto beneficioso en el sentido de que disminuye el dolor. Ocurre lo
mismo con los dolores menstruales intensos de las mujeres y con el dolor
articular debido al colon irritable. Consumiendo pescados azules (salmón, atún)
podremos aportar a nuestra dieta Omega 3, pero no debemos pasarnos ya que un
exceso de este nutriente puede dar problemas en la coagulación sanguínea por su
efecto antiinflamatorio. Por ello, se recomienda no superar los 3 gramos
diarios de Omega 3 (una dieta normal que incluya pescado unas 2 veces por
semana cumple estos requisitos).
La
ingestión de isoflavonas de soja es especialmente recomendable en mujeres
durante la menstruación.
La
cúrcuma es una especia que se ha demostrado que contribuye a calmar el dolor y
reducir la inflamación.
Hay que
tener en cuenta que el alivio del dolor no es inmediato, sino que se consigue
incluyendo en la dieta estos alimentos con moderación pero de manera continua.
Puede valer la pena probar,no?
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