Durante
esta estación del año en la que nos encontramos podemos disfrutar de una gran
variedad de frutas que están a nuestro alcance para completar nuestra dieta.
Tanto en esta época del año como en invierno necesitamos aportar al cuerpo vitaminas
extra para hacer frente al frío y el mal tiempo sin que nuestras defensas se
resientan.
En
otoño es cuando nos encontramos con los cítricos, como las naranjas y
mandarinas, que aparecen hacia finales de esta estación. Ya todos sabemos que
los cítricos son una fuente destacable de vitamina C, que nos ayudará a
reforzar nuestro sistema inmunológico ante las agresiones propias de esta
época, además de ser un potente antioxidante. La naranja puede considerarse la
fruta estrella del otoño, y nos va a ayudar a mejorar nuestras digestiones, a
optimizar la función depurativa del hígado y posee además poder regulador del
mecanismo encargado de quemar grasas en nuestro organismo. La mandarina tiene
beneficios similares a los de la naranja, destacando también su contenido en
vitamina A y en minerales como el magnesio y potasio, imprescindibles en los
tejidos corporales.
Las
uvas también aparecen en otoño para ayudarnos a preparar el cuerpo para el frío
que nos traerá el invierno. Esta fruta es rica en taninos y flavonoides, ambas
sustancias antioxidantes que nos ayudan a combatir a los radicales libres al
mismo tiempo que refuerzan nuestro organismo. Las uvas contienen gran cantidad
de fructosa, por lo que muchas personas evitan su ingestión por miedo a engordar
en exceso. Entre las vitaminas destacadas de esta fruta encontramos la vitamina
C y las vitaminas del grupo B, sobre todo el ácido fólico o vitamina B9.
Pero si hay algo que destaque en las uvas es su contenido en resveratrol
potente antioxidante que nos ayudará a mantener nuestro cuerpo joven y en
buenas condiciones durante más tiempo.
Otra
fruta propia del otoño es la manzana, que presenta un bajo aporte calórico y un
elevado poder saciante. Además, la manzana contiene pectina, sustancia que al
entrar en contacto con el agua da lugar a una especie de gelatina que nos
mantendrá saciados y posee además poder regulador del tránsito intestinal.
Los
higos también son propios del otoño, aunque debido a su particular sabor y
textura muchas veces no son bienvenidos. Nos aportan sobre todo minerales,
destacando el calcio y el hierro, que van a ayudarnos a mejorar nuestro estado
de ánimo para hacerle frente a la astenia otoñal.
Otra
fruta de otoño es el caqui, muy rico en fibra y antioxidantes, componentes que nos
ayudarán a regular el cuerpo y deshacernos de los residuos que nos sobran.
Además, el caqui posee propiedades medicinales, de manera que ayuda a eliminar
líquidos del organismo (poder diurético) y a prevenir la arteriosclerosis.
La piña
es otra fruta de esta época y destaca por su elevado poder diurético, que nos
ayudará a eliminar del organismo aquellas sustancias tóxicas que pueden
perjudicarnos. Destaca su contenido en bromelina, sustancia con efectos
antiinflamatorios, en vitaminas y en fibra.
Y no
podemos olvidarnos de los frutos secos, que van a darnos energía y fortalecer
nuestras defensas para hacer frente a las inclemencias del tiempo sin caer
enfermos.
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