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lunes, 10 de septiembre de 2012

¿CON QUÉ TOMO LA LECHE?


La leche es una fuente importante de vitaminas y proteínas, además de aportarnos gran cantidad de calcio. Pero es un alimento que rara vez tomamos solo, ya que la mayoría de la gente suele acompañarla de té, azúcar, café o cacao. Pero, ¿cuál es el mejor compañero de la leche?

El té es quizás el compañero menos habitual de la leche, pero ello no implica que sea el peor. Realmente, es el que más beneficios nos puede aportar. Las altas cantidades de antioxidantes que contiene ayudan a proteger las células de los radicales libres que provocan el envejecimiento, actúa además acelerando el metabolismo y ayudando con ello a quemar más calorías (efecto activador). Debido a que apenas contiene calorías, es la mejor opción para acompañar la leche.

El cacao con leche es una forma tradicional de desayunar en la que damos a nuestro cuerpo mucha energía. Aunque también es cierto que el cacao contiene grandes dosis de calorías y glucosa de asimilación rápida que, si no se quema, se acumula en forma de grasa en nuestro organismo. Si tenemos en cuenta esto, no podemos considerar que el cacao sea tan completo nutricionalmente como para considerarlo el mejor compañero de la leche.

Si hay una combinación tradicional es la de leche con azúcar o miel. Ambas sustancias contienen gran cantidad de hidratos de carbono de absorción rápida, por lo que el efecto inmediato es una subida de los niveles de glucosa, al igual que con el cacao. Pero la diferencia en este caso es que los nutrientes aportados por el azúcar son menos que los que nos proporciona el cacao, aunque en el caso de la miel encontramos una buena fuente de antioxidantes y vitaminas que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico.

El café suele ser un complemento habitual a la leche. Se trata de una manera eficaz de conseguir energía por las mañanas gracias a las cantidades de cafeína que posee y que ayudan a despertarnos activando nuestro metabolismo. Pero como todo, el exceso es malo y mucho café puede provocar una aceleración del pulso que puede desencadenar taquicardias. Por ello, el café no es un compañero recomendable para la leche en aquellas personas que, por problemas nerviosos o cardíacos, deban evitar las sustancias excitantes. De todos modos, si no queremos dejar de consumir las altas dosis de sustancias antioxidantes que nos proporciona el café, siempre podemos elegir las variedades descafeinadas.

Como ves, de entre todos los compañeros que podemos encontrar para la leche, el que más beneficios puede aportarnos es el té (si lo acompañamos de leche desnatada es una elección ideal para aquellos que quieren evitar ganar peso). De todos modos, lo más importante es variar para no aburrirnos y darnos un capricho de leche con cacao o miel de vez en cuando.

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