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jueves, 13 de septiembre de 2012

USO RACIONAL DE LOS COMPLEMENTOS ALIMENTICIOS

Muchas personas piensan que el tomar complementos alimenticios es la solución para todo, pero hay que tener mucho cuidado con lo que tomamos.
Por ello, os dejo 10 consejos que nos da la CEACCU (Confederación Española de Organizaciones de Amas de casa consumidores y usuarios) sobre el uso de este tipo de complementos:


  1. Rechaza afirmaciones falsas: no des por buenas afirmaciones del tipo “La solución para su salud y bienestar”, “El remedio definitivo sin efectos secundarios”, “Sirve para tratar o curar enfermedades de forma natural”.
  2. “Natural” no es “seguro”: la expresión “natural” no siempre significa seguro. Desconfía. Tanto si aparece escrito, como si se refuerza la idea con un gráfico o ilustración. No creas de antemano que un complemento alimenticio no te hará daño y sí te puede solucionar un problema de salud.
  3. Consultar al médico: no consumas por tu cuenta complementos alimenticios. Tu médico debe evaluar si los necesitas y te indicará qué tomar y dónde comprarlo.
  4. Comprar in Internet: si buscas complementos alimenticios en la web, busca en páginas de establecimientos seguros u organizaciones respetadas, en lugar de hacer búsquedas a ciegas.
  5. No sustituir medicamentos: nunca reemplaces tu medicamento habitual por uno o más complementos alimenticios. Sólo los medicamentos actúan en la prevención o tratamiento de enfermedades y sus dosis son las que aseguran un efecto demostrado.
  6. Efectos secundarios: no pienses que un complemento alimenticio no tiene efectos secundarios por no tratarse de un medicamento. Al revés, muchos contienen ingredientes activos que producen fuertes efectos fisiológicos en el cuerpo.
  7. Riesgos para la salud: pueden perjudicar o complicar nuestra salud si los combinamos; reemplazamos medicamentos recetados; los usamos junto con medicamentos (puede haber interacciones); los tomamos antes, durante y después de una cirugía; o nos excedemos en la cantidad segura de algunos de ellos (vitamina A, vitamina D, hierro, ácido fólico, betacaroteno…).
  8. Situaciones de riesgo: hay que consultar con el médico si estás tomando alimentos enriquecidos con nutrientes u otras sustancias ya que podrías correr el riesgo de superar la dosis recomendada; si tomas cualquier medicamento (con o sin receta); te vas a someter a una operación quirúrgica; estás embarazada o amamantas a tu bebé; o estás pensando dar un complemento alimenticio a un niño (la mayoría de suplementos dietéticos no se han sometido a pruebas con embarazadas, mujeres lactantes o niños).
  9. Comunicar efectos adversos: ante efectos adversos debes informar al profesional de la salud que te lo recomendó (médico, farmacéutico…), a la empresa fabricante, o mediante un escrito al departamento de seguridad alimentaria de tu Comunidad Autónoma.
  10. Vigila tu bolsillo: algunos de estos productos tienen un precio elevado. Ten en cuenta que no es obligatorio que los complementos demuestren sus beneficios antes de ponerlos a la venta y que sus efectos, de tenerlos, son sólo fisiológicos. Antes de comprarlos, procura contrastar su eficacia y asegúrate de que lo necesitas.
Como ves, no todo es siempre tan bueno como parece... Pero tampoco es tan malo, sólo hay que tomar las cosas en su justa medida.

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