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viernes, 4 de enero de 2013

HACER FRENTE AL FRÍO


El invierno es sinónimo de temperaturas bajas y frío, en algunas zonas del país más que en otras, pero siempre se acompaña de un descenso de temperaturas que afecta a nuestra vida diaria. Este frío muchas veces hace que nos encojamos y, con ello, mantengamos nuestros músculos contraídos, con los dolores musculares y contracturas que esto nos puede ocasionar.

Por ello, debemos aprender a aumentar la temperatura de nuestro cuerpo para hacer frente al frío invierno, pero este aumento no puede realizarse de cualquier manera, sino teniendo cuidado de que no se fundamente en errores importantes como, por ejemplo, un aumento exagerado de las calorías de la dieta.

Todos sabemos que cuando dos cuerpos con diferentes temperaturas entran en contacto, el más frío “roba” calor al más caliente hasta que las temperaturas se igualan; y esto es precisamente lo que le ocurre a nuestro cuerpo con relación al entorno en invierno. Debido a la pérdida de calor corporal que esto nos genera, debemos recuperar la temperatura perdida y una de las maneras de hacerlo es mediante la práctica de ejercicio físico.

Cuando nos encontramos en reposo, nuestra circulación y nuestros órganos también se encuentran en ese estado, la sangre fluye más lentamente y nuestra temperatura corporal es menor. Al movernos el ritmo cardíaco aumenta, provocando un aumento de la circulación que va a hacer que nuestra temperatura corporal se eleve.
 
Otra manera de entrar en calor es ayudándonos de la alimentación.

Así, tenemos que escoger alimentos calientes y con gran cantidad de nutrientes, como la sopa, uno de los platos estrella de esta época. En el caso de la sopa, podemos encontrarla en el supermercado en diferentes formatos (en sobre, en recipientes para microondas…) u optar por hacerla nosotros en casa.

Otra buena opción para entrar en calor son las infusiones. En este caso, podremos escoger entre una gran variedad, de manera que no tenemos por qué aburrirnos de un sabor determinado. Las infusiones, al ser a base de plantas, además del calor que tanto necesitamos nos van a aportar otros beneficios como nutrientes y antioxidantes. Además, dependiendo de la manera en que las endulcemos (con azúcar, edulcorantes acalóricos…) nos van a permitir entrar en calor sin aumentar las calorías de nuestra dieta.

Y tampoco debemos olvidarnos de lo importante que es abrigarnos para evitar que ese frío derive en resfriados, gripes y otros problemas de salud.

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