En
verano debemos tener cuidado con los golpes de calor, ya que es un problema
bastante frecuente en esta época del año debido a las altas temperaturas que
provocan que la temperatura corporal suba.
Si bien
es verdad que lo más recomendable para prevenir este problema es hidratarse
bien, no debemos de tomar bebidas alcohólicas con este fin, ya que vamos a
conseguir el efecto contrario.
El
alcohol tiene un efecto vasodilatador en nuestro organismo, por lo que va a
imposibilitar que nuestro cuerpo esté alerta ante la aparición de la señal de
alarma de que estamos a punto de sufrir un golpe de calor. Si a este efecto le
unimos además su poder diurético, no sólo no nos va a ayudar a hidratarnos,
sino que puede favorecer que nos deshidratemos más rápidamente.
Siempre
es un placer tomarse una cerveza o un combinado en verano, cuando nos
encontramos de vacaciones y relajados, pero no olvides que debes ingerir
también agua y controlar el consumo de alcohol para evitar sufrir un golpe de
calor, al que podrás detectar por la aparición de fatiga intensa, dolores de
cabeza, náuseas y mareos.
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