En
verano podemos disfrutar de una gran variedad de frutas que en otra época del
año no encontramos, como por ejemplo el paraguayo, que se encuentra disponible
desde mayo hasta el final del verano.
El
paraguayo es una variedad de melocotón con forma aplanada y piel aterciopelada
que tiene su origen en una mutación del melocotonero. Suele cultivarse en
regiones templadas y existen diferentes variedades (de pulpa amarilla, de pulpa
blanca, con vetas rojizas o verdosas, sin vetas…).
Esta
fruta va a aportar a nuestro organismo potasio, magnesio, fósforo, vitamina C,
vitaminas del complejo B, fibra y carotenos (con propiedades antioxidantes y
anticancerígenas).
Está
compuesto por un 86% de agua, por lo que se trata de una fruta adecuada para
refrescarnos e hidratarnos al mismo tiempo que tomamos minerales y vitaminas.
Su aporte energético es de unas 50 Kcal por cada 100 gramos.
La
ingesta de paraguayos va a ayudarnos a mantener en perfecto estado los dientes,
la piel y la vista.
A la
hora de elegir los paraguayos para comprar, debemos seleccionar aquellos que
estén limpios, sin partes blandas ni manchas y que sean aromáticos.
Seguramente
sueles tomar el paraguayo como tentempié o postre, verdad? Prueba a hacer
batidos de esta fruta o a incorporarla a tus ensaladas.
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