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martes, 9 de abril de 2013

COME MENOS SIN ENTERARTE


Todos somos conscientes de la importancia que nuestros cinco sentidos tienen para nosotros, y la hora de comer no es una excepción. En ese momento los sentidos que más utilizamos son el gusto y el olfato, pero la vista también tiene un papel fundamental, ¿o acaso no has dejado de comer platos por “la pinta” que tenían?

Por ello, a la hora de presentar un plato de comida hay que tener cuidado con la manera en que se hace, prestando atención tanto a la forma de colocación como a las cantidades utilizadas.

La idea es “engañar” a la vista con las cantidades que vamos a comer, siempre teniendo en cuenta que no debemos de pecar tampoco de quedarnos cortos. Así, debemos procurar tomar los alimentos repartidos en paquetes pequeños, de forma que al consumir alimentos congelados o precocinados debemos decantarnos por aquellas opciones donde los paquetes, a pesar de ser pequeños, nos den la sensación de que con uno sólo tendremos una ración suficiente.

La costumbre de sentarnos a la mesa para comer también puede beneficiarnos en este aspecto. El dividir la comida en un primer y un segundo plato va a provocar que nos parezca que ingerimos mayor cantidad de comida cuando en realidad se trata de la misma.

Otra cosa a tener en cuenta es el tamaño de vasos y platos, ya que la misma cantidad de comida no se ve igual en un plato pequeño que en uno grande, verdad? En un plato pequeño nos parecerá que comemos más, por lo que notaremos mayor sensación de saciedad. Del mismo modo, el tamaño de las cucharas para servir la comida también es de importancia, de forma que cuanto mayores sean, menos veces tendremos que servirnos e interpretaremos que nos hemos echado poco; en cambio, si la cuchara es pequeña, tendremos que repetir la operación más veces, de forma que vamos a percibir que tomamos mayor cantidad de alimento.

Como veis son pequeños detalles que todos podemos controlar y que no nos van a suponer mucho tiempo. Y, al final, vale la pena hacer el esfuerzo.

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