Se
conoce como “pickles” a las verduras fermentadas, alimentos muy fáciles de
preparar y con alto valor nutritivo. Hoy presentamos diferentes maneras de
preparar “pickles” en casa.
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“Pickles” con agua: necesitamos verduras, sal, agua y un frasco
hermético (mejor de cristal). Se cortan las verduras y se sumergen
completamente en agua con sal (1 cucharada de sal por cada taza de agua). Se
tapa el frasco y se dejan las verduras sumergidas en el agua con sal un mínimo
de 15 días. Si añadimos 2 cucharadas de sal por cada taza de agua, los
“pickles” pueden conservarse hasta 15 meses en buen estado si el frasco no se
abre. Podemos añadir al agua nuez moscada, granos de pimienta o hierbas
aromáticas para aportar algo de sabor a las verduras.
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“Pickles” conservados con vinagre: las mejores verduras para este tipo
de elaboración son las cebollitas francesas, la coliflor, zanahoria, rabanitos
y pepino. Se colocan las verduras en trozos o enteras en un frasco de cristal,
se añade una cucharadita de sal y se cubre con vinagre. Se tapa el frasco de
manera hermética y, tras 15 días, los “pickles” están listos. Puede añadirse
cáscara de limón, hierbas aromáticas o pimienta.
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“Pickles” rápidos: las verduras más adecuadas para esta preparación
son el rábano, berenjena, nabo, repollo y zanahoria. Se pica muy fina la
verdura a utilizar, se añade un poco de sal y se prensa con la mano. Se deja
reposar media hora y se repite el proceso, volviendo a dejarlo reposar otra
media hora. Se repite el proceso cada media hora hasta un total de dos horas
como mínimo. Es muy importante prensar las verduras por separado para que no se
mezclen los sabores.
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“Pickles” preparados con sal: se fermentan las verduras crudas o
ligeramente cocidas con sal (a mayor cantidad de sal, mayor tiempo de
conservación).
¿Te
animas a probar?
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