Por eso, ahí van 10 consejos médicos para que nuestra vida sea mejor:
1. Masticar despacio los alimentos:
de este modo evitaremos trabajo al aparato digestivo haciendo que nuestras
digestiones sean más ligeras. Además, evitaremos problemas como excesiva
acidez, gasto excesivo de energía en la digestión o enfermedades por reflujo.
2. Los alimentos y dietas milagro
no existen: lo mejor es ponerse en contacto con el médico y con profesionales
para llevar a cabo un estudio personalizado con el que elaborar un plan
específico para cada persona.
3. Cuidado con los refrescos y
bebidas azucaradas: este tipo de bebidas aportan muchas calorías y tienen mucho
azúcar, por lo que a largo plazo contribuyen a la obesidad.
4. Planifica y mantén un horario
regular de las principales comidas diarias: debemos mantener regularizada la
hora
de desayuno, comida y cena para que nuestro organismo se acostumbre a
recibir los nutrientes a unos horarios determinados. De este modo,
aprovecharemos mejor los nutrientes.
5. Consumir pescado mínimo 3 veces
a la semana: este alimento nos aporta ácidos grasos esenciales omega 3, tan
beneficiosos para nuestra salud.
6. Escoger carnes magras: este tipo
de carne aportará proteínas a nuestro cuerpo evitando la grasa saturada que
aparece en otros tipos de carne. Se aconseja especialmente la carne de pavo,
pollo, conejo y avestruz.
7. Comer frutas y verduras: se
recomienda consumir hasta 600 gramos diarios de frutas y verduras variadas.
Este consumo nos asegurará el aporte de minerales, vitaminas y antioxidantes
que necesitamos.
8. Aportar al cuerpo las grasas de
mayor calidad: aunque a veces “crucificamos” a las grasas, lo cierto es que
nuestro organismo las necesita para funcionar correctamente. Pero no todas las
grasas son buenas, por lo que a la hora de elegir, debemos optar
preferentemente por aceite de oliva virgen extra, que nos proporcionará ácidos
grasos monosaturados, además de antioxidantes y vitaminas.
9. Practicar ejercicio físico al
menos 4 veces por semana en sesiones de 40 minutos como mínimo: debemos escoger
el tipo de ejercicio de forma correcta adecuando la intensidad a nuestra
condición física. Además, debe ser ejercicio preferiblemente aeróbico para
mejorar la salud cardiovascular.
10. Vigilar y moderar el consumo de
grasa proveniente de los productos lácteos: esto debe hacerse a partir de los 4
años.
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