Seguro
que habéis escuchado más de una vez eso de que “la gordura es salud”, sobre
todo a las abuelas, verdad? Pues bien, el que una persona sufra obesidad no
significa que esté bien nutrida, y puede presentar carencias nutricionales o
anemia.
Realmente
la obesidad es un tipo de malnutrición en el que predomina un exceso de comida.
Pero lo que suele ocurrir habitualmente es que en la dieta de un obeso hay
determinados nutrientes que sobran (grasas) y otros que faltan (minerales,
fibra y vitaminas). De esto podemos deducir claramente que la nutrición no es
buena y su alimentación tampoco.
Un
obeso suele dejar de lado en su dieta alimentos como verduras, frutas, lácteos
y cereales integrales; alimentos en los que encontramos micronutrientes como
minerales y vitaminas que nuestro cuerpo necesita a diario.
Debemos
tener cuidado, sobre todo en los niños, de controlar bien su alimentación ya
que tendemos a pensar que es mejor que esté “gordito” a que se le vea
desnutrido. El problema viene cuando ese niño “gordito” sigue engordando porque
dará lugar a un problema de salud grave como es la obesidad.
Como
siempre, todos los extremos son malos: no hay que pasar hambre ni alimentarse
en exceso. Lo que debemos hacer es llevar una dieta sana y equilibrada que
aporte a nuestro cuerpo todos los nutrientes que necesitamos para mantener
nuestra salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario