Seguramente
hay un montón de dudas que se te plantean con respecto a la alimentación,
verdad? Con esta serie de estradas que comenzamos hoy vamos a tratar de
responderlas.
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Comer rápido me satisface más y como menos cantidad: es falso. Sí es
verdad que conseguimos una sensación de satisfacción más rápidamente, pero no
es verdadera satisfacción sino pesadez. Además hay que tener en cuenta la
cantidad de comida ingerida y no el tiempo invertido en la ingestión. Lo que
conseguiremos comiendo rápido es digerir mal los alimentos, no disfrutar de la
comida, masticar mal y quedarnos con hambre.
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No ceno ni desayuno, pero como bien a la hora del almuerzo y así no
tengo hambre en todo el día: es un gran error alimentarse de esta manera. NO es
sano hacer una gran comilona diaria para evitar ingerir nada más en todo el día
ya que llegaremos a esa única comida con más hambre de lo recomendable y
nuestro cuerpo aprovechará muchísimo más los nutrientes que le aportemos, por
lo que puede darse un aumento de peso, además de otros problemas de salud.
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Me recetaron complementos vitamínicos pero voy a evitar tomarlos
porque engordan: las vitaminas no aportan calorías, por lo tanto es imposible
que nos hagan engordar. Lo que puede ocurrir es que ahora, al haber paliado el
déficit de vitaminas que existía en la dieta, el cuerpo comience a utilizar los
nutrientes aportados para recuperar la masa corporal o las reservas que se
pudieron perder durante la época de carencia vitamínica.
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El alcohol no engorda: el alcohol aporta 7 Kcal por gramo de alcohol
por lo que supone un aporte energético que debemos tener en cuenta.
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