Sígueme en Facebook

http://www.facebook.com/patriciapereznutricion

viernes, 12 de julio de 2013

DIFICULTADES MÁS COMUNES CON NIÑOS A LA HORA DE COMER III: NEGATIVISMO


Entendemos por negativismo el rechazo persistente de determinados alimentos o comidas. Este comportamiento suele corresponder con llamadas de atención y reclamo del adulto y coincide con la apetencia hacia los alimentos preferidos y la tendencia de los padres a ceder ante la conducta del niño. Este tipo de niños suelen ser consentidos, dominantes, sobreprotegidos y pueden trasladar estas conductas a otros ámbitos de su vida social.

La permisividad de los padres puede deberse a motivos muy variados (diferencias de opinión entre los cónyuges, celebraciones, presencia de visitas…) va a provocar que el niño siempre vea satisfechos sus deseos. Debemos intentar que, a partir del año de  edad, el niño pruebe la mayor variedad posible de alimentos para que los acepten y los incorporen a su dieta. Podemos permitir el rechazo de algún alimento siempre que no sean muchos y no permitamos que el niño coma “a la carta”.
 
Para hacer frente a una conducta negativa, existen unas pautas que pueden ser útiles:

a)      Dar al niño a probar todo tipo de alimentos desde edades tempranas, intentando que estas pruebas sean distendidas y motivadoras, dejando de lado la presión y aceptando sosegadamente las negativas.
b)      No perder los nervios, gritar, amenazar ni convertir la comida en un “ring” de boxeo en el que hay un ganador (suele ser el niño) y un perdedor (los padres)
c)      Nunca sustituir un alimento rechazado por otro que al niño le guste porque estaremos cayendo en un negativismo progresivo que puede trasladarse a otras áreas de la vida del niño
d)     Negociar desde pequeños la cantidad que debe comer de cada plato y dejar que se sirva la comida el niño a sí mismo. Se favorece así su autonomía, la responsabilidad de su elección y la independencia.
e)      Si rechaza el primer plato porque le gusta más el segundo, debemos condicionar la toma del segundo a la ingestión de una pequeña cantidad del primero

f)       Valorar cualquier avance del niño mediante alabanzas, juegos y, ene general, cualquier recompensa de carácter afectivo-social.

No hay comentarios:

Publicar un comentario