La
leche es una fuente importante de vitaminas y proteínas, además de aportarnos
gran cantidad de calcio. Pero es un alimento que rara vez tomamos solo, ya que
la mayoría de la gente suele acompañarla de té, azúcar, café o cacao. Pero,
¿cuál es el mejor compañero de la leche?
El té
es quizás el compañero menos habitual de la leche, pero ello no implica que sea
el peor. Realmente, es el que más beneficios nos puede aportar. Las altas
cantidades de antioxidantes que contiene ayudan a proteger las células de los
radicales libres que provocan el envejecimiento, actúa además acelerando el
metabolismo y ayudando con ello a quemar más calorías (efecto activador).
Debido a que apenas contiene calorías, es la mejor opción para acompañar la leche.
El
cacao con leche es una forma tradicional de desayunar en la que damos a nuestro
cuerpo mucha energía. Aunque también es cierto que el cacao contiene grandes
dosis de calorías y glucosa de asimilación rápida que, si no se quema, se
acumula en forma de grasa en nuestro organismo. Si tenemos en cuenta esto, no
podemos considerar que el cacao sea tan completo nutricionalmente como para
considerarlo el mejor compañero de la leche.
Si hay
una combinación tradicional es la de leche con azúcar o miel. Ambas sustancias
contienen gran cantidad de hidratos de carbono de absorción rápida, por lo que
el efecto inmediato es una subida de los niveles de glucosa, al igual que con
el cacao. Pero la diferencia en este caso es que los nutrientes aportados por
el azúcar son menos que los que nos proporciona el cacao, aunque en el caso de
la miel encontramos una buena fuente de antioxidantes y vitaminas que ayudan a
fortalecer el sistema inmunológico.
El café
suele ser un complemento habitual a la leche. Se trata de una manera eficaz de
conseguir energía por las mañanas gracias a las cantidades de cafeína que posee
y que ayudan a despertarnos activando nuestro metabolismo. Pero como todo, el
exceso es malo y mucho café puede provocar una aceleración del pulso que puede
desencadenar taquicardias. Por ello, el café no es un compañero recomendable
para la leche en aquellas personas que, por problemas nerviosos o cardíacos,
deban evitar las sustancias excitantes. De todos modos, si no queremos dejar de
consumir las altas dosis de sustancias antioxidantes que nos proporciona el
café, siempre podemos elegir las variedades descafeinadas.
Como
ves, de entre todos los compañeros que podemos encontrar para la leche, el que
más beneficios puede aportarnos es el té (si lo acompañamos de leche desnatada
es una elección ideal para aquellos que quieren evitar ganar peso). De todos
modos, lo más importante es variar para no aburrirnos y darnos un capricho de
leche con cacao o miel de vez en cuando.
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