Cuando
queremos cuidar nuestra dieta, bien sea para adelgazar o para mantener nuestro
peso, solemos olvidar que las bebidas pueden ser una importante fuente de
calorías. Hoy vamos a hablar de cómo podemos consumir bebidas más saludables.
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Infusiones caseras: cuando preparamos una infusión en casa, podemos
controlar exactamente su composición y evitar tomar sustancias añadidas
innecesarias como en el caso de los cafés con diferentes ingredientes añadidos
(nata, chocolate, helado…). Así, en el caso de las infusiones, si elegimos
tomarlas de la manera más sencilla, estaremos aportando al organismo
antioxidantes y micronutrientes con muy pocas calorías.
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Bebidas naturales: cuando acudimos al supermercado podemos encontrar
una gran variedad de bebidas que, en su mayoría, contienen muchos aditivos,
demasiados azúcares y sodio. Debemos tratar de cambiar este tipo de bebidas por
zumos naturales en los que evitemos ingerir todas esas sustancias extra y nos
limitemos a vitaminas y minerales
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Poco alcohol: ya sabemos que el alcohol aporta calorías vacías, pero
además consumido a diario y en exceso va a provocar problemas en el sistema
nerviosos central y puede volverse adictivo. Lo ideal es consumirlo con
moderación y sólo de vez en cuando
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Pocas calorías: las calorías de las bebidas suelen proceder del
alcohol, los azúcares y las grasas y proteínas que puedan contener. En el caso
de las bebidas alcohólicas y refrescos, las calorías que nos aportan no
proceden de nutrientes saludables, por lo que debemos buscar siempre las
alternativas que menos calorías nos vayan a aportar
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Motivo de ingestión: no es lo mismo beber sólo porque tienes sed, que
ser deportista y beber para reponer líquidos y electrolitos. En el primer caso,
el agua es nuestro mejor aliado, mientras que en el segundo lo mejor es optar
por una bebida deportiva. Cada bebida, para la persona adecuada.
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