La
mermelada es un alimento que suele formar parte de los desayunos de mucha
gente, pero hay personas que evitan su consumo por pensar que es un alimento
con demasiadas calorías. Hoy vamos a ver si esta creencia tan extendida es real
o sólo un mito más de la alimentación.
La
mermelada surgió como una manera de poder conservar la fruta típica de una
estación determinada para disfrutarla el resto del año. La base de este
alimento es la fruta, pudiendo elaborarse mermelada con multitud de frutas
diferentes, existiendo por ello una gran variedad. Además de fruta, un
ingrediente fundamental de la mermelada es el azúcar, ingrediente que le aporta
la dulzura y que es el culpable precisamente de su mala fama.
Pero la
realidad es que el azúcar de la mermelada es una fuente perfecta de energía
inmediata que vamos a poder utilizar en el ejercicio, aunque sí es verdad que
si no vamos a realizar una actividad física en la que poder quemar toda esta
energía es mejor no excederse en el consumo de azúcares.
Si bien
es verdad que muchas de las vitaminas de las frutas se pierden durante el
proceso de elaboración y conservación de la mermelada, otras como las del grupo
B se mantienen en perfecto estado. Además, la mermelada nos aporta fibra, tan buena
para el buen funcionamiento del aparato digestivo; y sales minerales.
Así que
no renuncies a un alimento sano como es la mermelada, eso sí, como con todo,
ten la precaución de no abusar de él ya que, como todos los dulces, este abuso
no es bueno. Ah! Y si quieres un motivo más para tomar mermelada apunta: no
contiene grasas.
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