Por
norma general, cuando estamos siguiendo una alimentación destinada a adelgazar,
nos fiamos principalmente del peso que va marcando la báscula semana tras
semana. Pero muchas veces, ese peso puede incluso haber aumentado sin que eso
signifique que hemos engordado o que dimos un paso hacia atrás.
Cuando
estamos tratando de adelgazar, la grasa acumulada en la zona abdominal suele
ser la primera en utilizarse, por lo que un buen indicador para saber si
nuestro esfuerzo está funcionando es la ropa.
Debemos
tener en cuenta también que, cuando estamos tratando de adelgazar y acompañamos
la alimentación con ejercicio, en muchos casos estamos deshaciéndonos de grasa
y ganando masa muscular. Es importante saber que esta última pesa más que la
grasa, por lo que podemos tener un resultado mayor en kilos pero menor en
volumen, indicativo de que nuestro plan está funcionando bien.
Puede
parecer curioso pero un buen estimulante a la hora de seguir un plan de
adelgazamiento es ponerse como meta un pantalón que queremos que nos vuelva a
sentar bien. De este modo, sabremos perfectamente, en función de cómo nos va
quedando esa prenda, si necesitamos cambiar nuestro método o vamos por el buen
camino.
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