La vida
de hoy conlleva estrés en la mayoría de los casos, pero seguro que nunca te has
planteado que los alimentos pueden ayudarte frente a este problema, verdad?
Cuando
pensamos en estrés, lo asociamos a un estado de ánimo, pero lo cierto es que
para nuestro organismo, estrés es sinónimo de cambios y cualquier cambio, bueno
o malo, va a ser estresante para nuestro organismo. Y este estrés puede
provocar problemas graves en nuestro cuerpo, por ejemplo, a nivel cerebral ya
que cuando estamos bajo la influencia del estrés hasta las conexiones
neuronales se resienten dando lugar a depresión, dolores, angustia, insomnio…
Cuando esto ocurre, se dice que estamos en situación de sobre-estrés y es
cuando pueden aparecer enfermedades (afecciones gastrointestinales, problemas
cardiovasculares, de piel, inmunitarios, cerebrales…).
Ya
sabemos que las neuronas se comunican a través de mensajeros que pueden ser
“alegres” o “tristes”. Todo funcionará correctamente mientras ambos tipos de
mensajeros se encuentren equilibrados. Si existe un exceso de estrés en el
cerebro, los mensajeros “alegres” pueden llegar a fallar, retrasarse o
desaparecer, de manera que las células sólo recibirán mensajes “tristes”. Esto
es lo que deriva en el sobre-estrés.
Si hay
un alimento que asociemos a calmar el estrés, la ansiedad o los nervios es el
chocolate. Pero lo cierto es que existen otros alimentos que nos pueden ayudar
en esos momentos de bajón.
Aquellos
alimentos ricos en antioxidantes nos ayudarán a hacer frente y eliminar los
radicales libres que dañan nuestras células.
Los
alimentos con gran cantidad de vitamina C y vitaminas del grupo B (pescado
azul, carnes magras, lácteos bajos en grasa…), los alimentos ricos en fibra
(pan, galletas…), las algas marinas y las infusiones pueden ser nuestros
aliados frente al estrés, un problema más que común hoy en día.
Algunos
consejos generales para hacer frente al sobre-estrés son los siguientes:
-
Come varias veces al día: de esta forma podrás mantener los niveles de
glucosa en sangre estables, algo a lo que también te van a ayudar los alimentos
ricos en hidratos de carbono complejos (patatas, pan, legumbres, pasta, arroz,
cereales…)
-
Consume, como mínimo, dos piezas de fruta y una ensalada al día: son
fuente de vitamina C, cuyas necesidades aumentan en caso de estrés. Además,
esta vitamina nos ayuda a reforzar nuestro sistema inmunitario
-
Reduce o elimina sustancias excitantes y tóxicas de tu dieta: el
tabaco, la cafeína, el alcohol, las bebidas estimulantes… son todos productos
que no nos aportan ningún nutriente y, a la larga, pueden provocar agotamiento,
falta de adaptación al estrés y desgaste nervioso
-
Toma mucho triptófano: la serotonina es un neurotransmisor “alegre” y
se encuentra muy influido por nuestra dieta ya que se sintetiza a partir del
triptófano, aminoácido que recibimos a través de las proteínas de los
alimentos. Por ello, debemos prestar especial atención al consumo de huevos,
lechuga, nueces, almendras, leche y derivados, plátano, pescado y carnes rojas.
La síntesis y liberación de serotonina en nuestro organismo depende de la
proporción entre las proteínas y los hidratos de carbono consumidos, de manera
que si tomamos una mayor proporción de hidratos de carbono, se aumenta el uso
por parte del cerebro de triptófano, produciendo y liberando más serotonina
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