Cuando
escuchamos la palabra “desnutrición” siempre pensamos en alguien con poco peso
y problemas de falta de nutrientes. Y normalmente solía ser así, pero ha
aparecido un nuevo tipo de desnutrición: la desnutrición oculta.
Este
problema se caracteriza por carencias a nivel nutricional ocultas tras un
cuerpo normal o, incluso, con un exceso de peso. Suele darse en personas con un
nivel de vida, económico y social con el que no se solía asociar este tipo de
problemas, hasta ahora.
En los
países desarrollados se dan dos factores que pueden ayudar a que la
desnutrición oculta se extienda cada vez más entre la población: un estilo de
vida poco saludable y la crisis existente a nivel económico, que provoca que
nos preocupemos menos de la calidad de la comida que compramos a favor de su
precio.
De esta
manera, nos encontramos con personas que presentan un peso corporal correcto
pero sufren carencias de micronutrientes. Actualmente, el aumento de consumo de
alimentos elaborados provoca que en los países desarrollados se consuma una
cantidad insuficiente de vitaminas C, B1, B2 y B6.
Al mismo tiempo, en los países en vías de desarrollo, el consumo de alimentos
baratos y saciantes (grasas, azúcar y harinas) hace que, a pesar de un peso
corporal normal o excesivo, exista déficit de vitaminas A y C, ácido fólico,
calcio y hierro.
Ya
todos conocemos la importancia de los micronutrientes en nuestro organismo, por
lo que la desnutrición oculta es especialmente peligrosa ya que esta falta de
nutrientes se encuentra escondida.
Para
poder hacer frente a este problema, lo mejor que podemos hacer es seguir una
dieta variada (alimentos de los diferentes grupos, crudos y cocidos) y, en caso
necesario, ingerir alimentos fortificados con aquellos micronutrientes críticos
para prevenir cualquier tipo de carencia.
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