Las
grasas nos aportan 9 kcal por gramo, por lo que suele ser lo primero que
queremos eliminar de nuestra dieta para evitar problemas de tensión,
colesterol, sobrepeso… Pero no siempre las grasas son perjudiciales…
Nuestro
cuerpo utiliza energía para realizar sus funciones, y esta energía la consigue
a través de los alimentos. Las grasas son las que más energía proporcionan al
quemarse ( los hidratos de carbono y las proteínas generan 4 kcal por gramo).
Pero además de la energía que nos proporcionan, hay otros motivos por los que
necesitamos a este nutriente:
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Son la reserva energética del cuerpo, que se acumula en el tejido
adiposo
-
Son transportadoras de vitaminas liposolubles (solubles en grasas),
como son la A, D, K y E
-
Regulan la temperatura corporal
-
Debido a su lenta digestión poseen un elevado poder saciante
-
Son a única fuente de ácidos grasos esenciales (aquellos que el
organismo no puede producir por sí mismo)
De esta
forma, podemos diferenciar entre:
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Grasas vegetales: se trata, en general, de grasas insaturadas y esenciales que,
junto con algunas grasas de origen animal (como el aceite de pescado y el
pescado azul) como los ácidos grasos omega 3 y 6, ayudan a reducir el riesgo
cardiovascular. Se encuentran en aceites vegetales, cereales integrales, frutos secos, aceite de oliva, germen de trigo…
-
Grasas animales: fundamentalmente son grasas saturadas, aunque en algunos alimentos (como el pescado) encontramos también grasas insaturadas. Si se
encuentran en la dieta en niveles demasiado altos dan lugar a colesterol
elevado y un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer. Podemos
encontrarlas en chocolates, helados, pastelería, carnes, leche entera, aceite
de coco y palma, huevos, manteca, embutidos…
Las
grasas “trans” (tan de moda últimamente) y las grasas saturadas suelen
encontrarse en las frituras, bollería industrial y en la comida rápida. En el
caso de estos tipos de grasas, podemos decir que no son muy saludables, pero no
con todas las grasas sucede lo mismo.
Las
grasas que nos encontramos en el aceite de oliva crudo, los frutos secos o el
salmón son grasas beneficiosas para nuestro organismo. De hecho, en las grasas
insaturadas (que son las que se encuentran en este tipo de alimentos) podemos
encontrar vitaminas que no podemos obtener de ninguna otra fuente alimenticia.
Además, estas grasas son una muy buena fuente de energía para nuestro cuerpo.
Por
ello, debemos tener cuidado a la hora de diferenciar los distintos tipos de
grasas e inclinar la balanza hacia aquellas insaturadas por ser más beneficiosas
para nuestra salud.
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