Con la
llegada del verano cada vez son más habituales las reuniones de amigos y
familiares donde se aprovecha para hacer barbacoas. Pero hay que tener cuidado
para que este tipo de comida no resulte perjudicial.
Nadie
puede pensar en una barbacoa sin pensar también en carne a la brasa. De esta
manera, las chuletas, hamburguesas, bacon, morcillas, chorizos y demás comida
por el estilo son los alimentos estrella de las barbacoas. Como hemos dicho
anteriormente, se trata de comida con grandes cantidades de grasas saturadas de
origen animal, grasas que van a provocar un aumento del colesterol que puede
llegar a derivar en problemas circulatorios.
Y como
no, el alcohol o las bebidas con gas azucaradas van a provocar que consumamos
además calorías vacías que se traducirán en un aumento de la grasa corporal.
Si a lo anterior le sumamos las toxinas que se forman a
través del humo procedente de la propia cocción en la barbacoa, tenemos el
combinado perfecto para que las barbacoas veraniegas nos pasen factura a largo
plazo…

Y en cuanto a la bebida, si optamos por aquellas que no
tengan alcohol ni nos aporten calorías vacías vamos a conseguir, además de
restar calorías al menú, mejorar nuestras digestiones.
La idea no es olvidarse de las barbacoas, sino disfrutarlas
al máximo de la forma más sana posible.
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