El
verano parece que por fin ha llegado y ya empieza a sentirse el calor propio de
esta época del año. Y con el calor llega también una mayor transpiración, lo
que provoca que perdamos más líquidos y necesitemos prestar mayor atención a
nuestra hidratación (con más razón si practicamos deporte).
Cuando
sudamos, no sólo perdemos agua, sino también sales minerales. Éstas son
indispensables para que nuestro cuerpo funcione correctamente, por lo que es
muy importante hidratarnos de manera correcta para poder recuperar
electrolitos.
Por
norma general se recomienda consumir unos 2 litros de líquido al día
(preferiblemente agua), pero en épocas de calor esta cantidad debe aumentar a 3
litros o incluso 4 litros en el caso de los deportistas. Un buen truco es tener
siempre a mano una botella de agua para poder hidratarnos en todo momento,
teniendo especial importancia cuando practicamos deporte ya que nuestros
músculos necesitarán la hidratación para poder aguantar el ritmo y mantenerse
flexibles.
Pero no
debemos olvidar que la hidratación no sólo la vamos a conseguir a través de las
bebidas. Existen muchas frutas con una gran cantidad de agua en su composición
que nos van a servir para hidratarnos de manera correcta al mismo tiempo que
aportamos a nuestro cuerpo minerales y vitaminas. Un ejemplo son el melón y la
sandía.
Y un
dato muy importante a tener en cuenta: cuidado con tener sed, ya que es un
síntoma de deshidratación. Bebe aunque no tengas sed para estar en todo momento
correctamente hidratado.
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