Debido
a la globalización, hoy en día podemos disfrutar de comidas típicas de
cualquier parte del mundo sin salir de nuestro país. Ya en los años 80
comenzaron a asentarse en España restaurantes chinos e italianos y, en la
actualidad encontramos otros más exóticos como africanos. Esta entrada es la
primera de una serie que va a recorrer unas cuantas cocinas “extranjeras” que
podemos disfrutar en España, para saber qué es lo que nos ofrece cada una de
ellas a grandes rasgos (cada una de estas gastronomías daría para hacer un blog
entero,jejeje). Vamos a comenzar por la cocina india.
En
Occidente, entendemos por cocina india lo que realmente es cocina hindú. En
este tipo de gastronomía la base son las especias, destacando el curry, aunque
se utilizan de forma habitual más de 20 tipos diferentes de especias (jengibre,
semilla de amapola, nuez moscada…). Uno de sus principales orgullos
gastronómicos es la gran variedad de panes (nan)
cocinados en horno de barro (tandoor),
entre los que destacan el paratha
(pan elaborado con mantequilla) y el peshwari
nan (pan relleno con nueces y coco).
El
plato fuerte de la cocina india es el cordero con salsa de guindilla y yogur (rogan Josh), aunque también puede
prepararse de esta manera carne de vacuno o cabrito. El cordero y el pollo se
presentan como verdaderas exquisiteces en forma de sheekh kebab (cordero sazonado a la parrrilla) y pollo tandoori (trozos de pollo con hueso
macerado en yogur con especias y hierbas aromáticas, cocidos en horno de
barro, en la foto).
Una
buena carta hindú nos ofrece además platos como bajji raitas (yogur con menta y pepinos), dhal puré de lentejas con vegetales, que puede estar cubierto de
caramelo), o masala dosa (arroz
fermentado).
En
postres, además de pudines, pasteles y crepes, podemos tomar rasgullas (bolas de queso con agua de
rosas) o kulfi (helado típico indio.
¿Te
animas a probar un bocadito de Oriente?
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