El
otoño es la época de las calabazas, sobre todo debido a la fiesta de Halloween
o Samaín, celebraciones en las que se decoran calabazas con el fin de asustar a
la gente.
Se
trata de un alimento típico de esta época que presenta un llamativo color
naranja que la hace idónea para decorar. Pero no podemos olvidarnos de que se
trata de un alimento con sabor dulce (más dulce la de invierno que la de verano
debido a que tiene más azúcares y almidón) que puede aportarnos nutrientes muy
valiosos.
Su
característico color naranja se debe a su contenido en betacaroteno, sustancia
que nuestro organismo va a transformar en vitamina A, utilizada en diversas
funciones de nuestro cuerpo, como regenerar y suavizar la piel y las mucosas,
motivo por el cual su consumo es bueno para recuperar las mucosas irritadas
(boca, garganta, esófago, estómago).
Se
trata además de un alimento fácil de digerir, lo que mantendrá activo nuestro
metabolismo.
La baja
cantidad de calorías que aporta y su escaso contenido en grasas la hacen ideal
para aquellas personas que están siguiendo una dieta de adelgazamiento o que
quieren mantener su peso. Además, el zumo de calabaza es uno de los mejores
depurativos que podemos tomar, y nos ayudará a eliminar sustancias sobrantes
del organismo para que funciones como un reloj. Y no debemos olvidar que el
alto contenido en potasio nos va a ayudar a regular los niveles de líquidos en
el cuerpo.
Pero
eso no es todo ya que la calabaza también nos ayudará a regular los niveles de
azúcar en sangre debido a que es un estimulador del páncreas, órgano productor
de insulina. Por este motivo se recomienda su consumo a personas con problemas
de azúcar.
Y en
esta época de resfriados no debemos dejar de tener en cuenta que la calabaza
nos ayudará a eliminar mucosidades del sistema respiratorio, por lo que es
aconsejable su consumo cuando tenemos resfriados o catarro. Sus pepitas además
se usan en muchos tratamientos para depurar el sistema digestivo y
respiratorio.
Y para
finalizar, destacar que su contenido en antioxidantes (vitaminas C y E, y
betacaroteno) la convierte en un aliado a la hora de reforzar nuestras defensas
y proteger nuestra piel, algo importante en la época de frío.
La
forma de preparación más común de la calabaza es en forma de puré o crema, pero
es un alimento con gran versatilidad en la cocina que se puede preparar también
rellena de arroz y verduras, en gajos al horno con hierbas aromáticas y
jengibre, buñuelos de calabaza con patatas, flan de calabaza, empanada como
guarnición…
¿Truco o trato?
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