Hoy
vamos a hablar de los diferentes alimentos de origen animal y de lo que nos
pueden aportar en nuestra dieta.
- CARNE: podemos definirla como el tejido muscular de mamíferos y aves
acompañado también de tejido conjuntivo, adiposo y óseo. El valor
nutritivo será mayor cuando más tejido muscular; y menor cuanto mayor sea
la cantidad de tejido conjuntivo, adiposo y óseo.
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Aporta proteínas de alto valor biológico, es rica en grasas saturadas,
eleva el colesterol y carece de fibra, antioxidantes y algunos oligoelementos
necesarios para proteger al organismo de enfermedades cardiovasculares o del
cáncer
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En este grupo encontramos las vísceras, músculos, tendones, vasos
sanguíneos y sus correspondientes nervios de animales vacuno (ternera, añojo,
novillo, vaca), ovino (oveja, cordero), porcino (cerdo, lechones, cochinillo),
caprino (cabra, cabrito lechal), equino (caballo) y aves. El contenido en grasa
es diferente en cada tipo de carne, así como en las diferentes partes del
animal.
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Una composición aproximada de la carne es un 15-20% de proteínas,
10-20% de grasas (la mayor parte saturada) y 50-80% de agua; es una buena
fuente de hierro, potasio, zinc, fósforo y vitamina B12.
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La preparación recomendada es a fuego lento para evitar la destrucción
de las proteínas y el aumento de la dureza de la carne como consecuencia.
- HUEVOS: constan de cáscara, clara y yema.
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Es una de las fuentes nutritivas más destacadas porque aporta
proteínas de alto valor biológico. Se trata de un alimento muy completo ya que
la clara es la forma más concentrada de proteínas que existe, y la yema incluye
grasas, proteínas, hierro, magnesio, calcio, vitaminas del grupo B y vitaminas
A, D y E.
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Es preferible su ingesta a la de carnes rojas ya que evitamos los
desechos presentes en el tejido celular.
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La grasa representa aproximadamente un 11% de la parte comestible del
huevo e incluye una elevada proporción de fosfolípidos (lípidos que forman las
membranas celulares), una alta cantidad de ácido linoleico, un elevado
contenido en ácidos grasos monoinsaturados y una relación entre ácidos grasos
poliinsaturados y saturados muy favorable
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Cada huevo contiene unos 245 mg de colesterol, por lo que un huevo
diario cubre los requerimientos de este lípido. El problema es que el
colesterol del huevo es poco biodisponible por la cantidad de lecitina que
tiene la yema (forma emulsión con el colesterol e impide su absorción).
- PESCADOS Y MARISCOS: se pueden definir como animales
comestibles marinos o de agua dulce, frescos o conservados por
procedimientos autorizados.
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Son una excelente fuente de proteínas de alto valor biológico, por lo
que son una buena alternativa a las carnes (tienen un aporte similar de
proteínas pero poca grasa, la cual además se considera beneficiosa ya que está
formada por ácidos grasos poliinsaturados como el omega 3). Son ricos en
fósforo, yodo y algunas vitaminas del grupo B; los peces pequeños que se
consumen con las espinas además aportan calcio.
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Se digieren mejor cuando se cocinan a la plancha o cocidos en lugar de
fritos. Además, si se acompañan con verduras, éstas aportan la fibra de la que
carecen los pescados.
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Hay que destacar el aporte de bases púricas como parte de los ácidos
nucleicos, por lo que los sujetos con gota deberán evitar las sardinas y los
arenques, además del marisco.
o Moluscos (caracoles, ostras,
vieiras, almejas, mejillones, calamares, pulpos, sepias): tienen mayor
proporción de proteína que los peces, poca grasa e hidratos de carbono.
o Crustáceos (langostas,
langostinos, cangrejos, gambas, camarones, cigalas): tienen poca grasa y, por
lo tanto, bajo valor energético.
- LÁCTEOS
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Son una buena fuente nutritiva que aporta proteínas de alto valor
biológico, a veces lípidos, hidratos de carbono, vitaminas y minerales.
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Se trata de alimentos imprescindibles en la alimentación de lactantes,
niños y jóvenes, mujeres embarazadas y ancianos.
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Podemos definir la leche como el producto íntegro no alterado ni
adulterado y sin calostros del ordeño higiénico y regular, completo e
ininterrumpido de las hembras mamíferas sanas y bien alimentadas. Por norma
general, al decir “leche” solemos referirnos a la leche de vaca. La leche
contiene un 88% de agua y un 12% materia sólida, siendo su composición
nutricional de 4.5% de hidratos de carbono (lactosa), 3.3% proteínas de alto
valor biológico (caseína es la principal), y 3% grasas saturadas; el resto son
vitaminas A, B2, B1, calcio, magnesio y potasio; pobre en
vitaminas C, D y hierro.
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Actualmente está normalizado el contenido graso de la leche, de manera
que la entera contiene un 4%, la semi un
1-2%, y la desnatada un 0.1-0.2%
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La leche es un alimento perecedero que se conserva en recipientes
cerrados que una vez abiertos deben guardarse en el frigorífico. Debemos
proteger las botellas de la luz solar (destruye vitamina C y B1),
por lo que se meten en cajas de cartón
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Entre los derivados lácteos nos encontramos el yogur, el kéfir, la
crema, el queso, la mantequilla y el helado.
Como
ves, los alimentos de origen animal son muy variados en su composición, por lo
que para asegurarnos un correcto aporte nutricional debemos intentar incluirlos
todos en nuestra dieta.
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