Existen
muchos alimentos que bien por mitos, creencias populares o hábitos alimenticios
están catalogados como “poco sanos” de manera equivocada. Estos alimentos con
mala fama son varios, pero hoy vamos a centrarnos en cuatro ejemplos que, lejos
de ser nocivos para la salud son incluso beneficiosos.
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Pan: ¿quién no ha escuchado alguna vez que el pan engorda y debemos
evitarlo? Por ello, cuando comenzamos una dieta de adelgazamiento es una de las
cosas que dejamos de comer. Pues bien, el pan no engorda, sino que jamás debe
quedar fuera de cualquier tipo de dieta porque es un alimento básico que se
encuentra en la base de la pirámide de la alimentación, lo que significa que
debemos consumirlo a diario. Nos aporta gran cantidad de nutrientes
beneficiosos y además existe una gran variedad según nuestras propias
necesidades individuales (para deportistas, celíacos, diabéticos…)
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Huevo: este alimento siempre llevará la cruz de asociarse con el
colesterol, hasta el punto de prohibirse su consumo en aquellas personas que
presentaban niveles altos de esta grasa en sangre. La verdad es que el huevo es
una fuente excelente de proteínas de origen animal (de alto valor biológico) y
cada unidad aporta unos 6 gramos de proteínas (localizadas sólo en la clara),
la misma cantidad que de grasas. Además posee otros nutrientes interesantes
como ácidos grasos insaturados, hierro, vitaminas, fosfolípidos, lecitina y
otros minerales igualmente necesarios y beneficiosos. Sí es verdad que no
podemos tomar 4 huevos diarios, pero en el caso de aquellas personas que no
tienen colesterol elevado se puede incluir en la dieta hasta 1 huevo al día sin
peligro para la salud; y en aquellas personas con colesterol alto, se
recomienda no superar los 3 huevos a la semana
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Frutos secos: debido a que son pesados y poseen un alto valor
calórico, suelen ser alimentos que no incluimos en nuestra dieta. Pero no nos
damos cuenta de que estamos perdiendo todos los beneficios que nos pueden
aportar como proteínas vegetales, fibra, vitaminas, minerales y ácidos grasos
de buena calidad. Por ello, debemos tratar de incorporar en nuestra dieta
pequeñas raciones de almendras, avellanas, nueces o cacahuetes, que nos van a
aportar, además de nutrientes muy saludables, grandes dosis de energía
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Vegetales congelados: se suele pensar que, debido al proceso de
congelación, los vegetales congelados han perdido sus propiedades. Pero lo
cierto es que si el proceso se ha realizado de manera correcta, esto no tiene
por qué ocurrir y, además, nos van a aportar mayor cantidad de nutrientes que
si los compramos frescos y los mantenemos 3 días en la nevera antes de
consumirlos. Como ventaja adicional, los vegetales congelados suelen necesitar
menos tiempo de cocción, lo que conlleva menores pérdidas de minerales y
vitaminas. Y no nos podemos olvidar de que gracias a este tipo de conservación,
podemos disfrutar de casi cualquier vegetal independientemente de la época del
año en que nos encontremos.
Estos
son sólo 4 ejemplos de alimentos que tienen mala fama de manera injusta, pero
existen muchos más. No debemos olvidar que lo ideal para mantener una dieta
sana y equilibrada es la variedad de alimentos, ninguno debe quedar fuera.